Lejos de ser escritor o de ser soñador... era un hombre extraño.
Podía pasar una noche escribiendo hasta que su cuerpo no diera más y la llama de su creatividad cayera presa del sueño, o tocando guitarra inmolando a los grandes con su magra música o simplemente soñando observando la infinita belleza del firmanto...
Y a su vez era un guerrero que jamás se rendia por sus sueños, siempre buscaba alcanzarlos, sin importar el precio que el mismo tuviese que pagar... aunque eso significaquese hacerse daño a él mismo. Pero aún así a pesar de perseguir sus sueños, su única premisa "Da la vida por los demás, haz lo que amas y a nadie dañes".
Y lejos de ser un desconocido... ese hombre extraño era yo...
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