viernes, 22 de febrero de 2008

Más de lo que quise saber

La lluvia había cesado y un tibio sol se dejaba caer sobre la hierba, yo estaba ahí sentada sola mirando los jazmines multicolores que le sonreían al sol.
No sabía que lugar era ni como había aparecido allí, pero si sabía que el cantar de las aves me provocaba un sonido familiar y levemente vi en mi mente una pequeña dando de comer a las palomas. Pero esa no era yo, no se parecía en nada a mí, no tenía el pelo negro y chamuscado, ni esa mirada turbia que el espejo siempre devolvía, ni menos esa cicatriz en la mejilla...
De pronto un ruiseñor se posó a mis pies y sin saber porqué salió volando, quizá le asustó mi aspecto...
Una lágrima rodó por mi mejilla, sentí un nudo en la garganta y lloré por mucho rato hasta que ya ni me acordaba porqué lloraba.
Estaba ya serena cuando un puñal se atravesó por mi corazón y los sollozos se ahogaron en mí, ya no habían lágrimas, no sabía porqué lloraba...
Pasó mucho tiempo, al menos eso creo
Comenzó a pasar gente delante de mi que me miraba mucho, quise preguntar qué hacía ahí y quién era. Le pregunté a uno y luego a otro y a otro, nadie respondía... ¡¿Quién soy?!- grité, y todos se dieron vuelta para mirarme, mas cuando entre sollozos pregunté "¿Quién soy?" todos siguieron su rumbo hacia las montañas...
Caminaban, ya estaban lejos cuando me percaté de que volaban y que eran casi translúcidos. Miré mi mano y no veía a través de ella, no era una de ellos.
Lloré cada vez más, hasta quedarme dormida...
Otro de esos grandes y largos ratos
Desperté en un lugar extraño y muy frío, no había ningún ruido, ni persona. Hasta que de pronto aparecieron unos individuos, quise saber si eran transparentes o volaban pero no, les llamé y les dije "¿Quién soy?" hasta quedarme sin voz.
Miré mi mano pero era translucida, veía a través de ella...

No hay comentarios: