Es el país de la luna oscura.
es la habitación deshabitada,
es la más bella criatura,
es la dama descorazonada...
Miró al cielo mientras la música resuena en mis oídos através de los auriculares, aún no anochece, pero el astro rey ya ha partido de los cielos a iluminar otras zonas lejanas del mundo, veo el brillo rojizo de las nubes frente a mí que se tiñen por su partida mientras detrás la noche avanza descubriendo a su paso las estrellas nocturnas y revelando la posición de la luna creciente que incluso en el día se aprecia. Mientras en este recorrido rutinal siento la tranquilidad porque aquí no hay preocupaciones, estas pueden quedarse en el lugar del que vengo y al que voy, pero el camino es enteramente mío y aunque los hechos rondan mi cabeza la preocupación no los acompaña y estoy lúcida para pensar, para imaginar. La vista de los árboles, que en esta época se visten de su amarillo festivo anunciando la pronta llegada primaveral, deslumbran aún en la ocuridad por su alegre color... Ya ha anochecido y yo he de llegar a mi destino, con el ruido del enorme motor del transporte como fondo, arribo cerca y solo resta caminar acompañada de los últimos acordes, talvez para llegar y escribir estos pensamientos y no queden como uno más de mis recuerdos.
De olvido vive y de olvido muere,
como planta en jardín olvidado,
sabiendo que nadie la quiere,
sabiendo que nadie la ha amado.
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