martes, 29 de abril de 2008

Soñé un extraterrestre...

"Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo."

Me encontraba tranquila, en el techo de mi casa, después de haber visto llover, pensé que era un buen día para escribir, y estaba inspirada, pues que mejor inspiración que el caer de las gotas, pues bien, supongo que me quedé dormida, porque de pronto escuche susurrar un -¡hola que tal!- Detrás de mí, volví inmediatamente la cabeza, me encontré con un pequeño hombrecito de color azul y aspecto viscos, no supe qué contestar, me quedé atónita ante tal figura… así que él dijo –disculpa, no quise asustarte- y yo seguí sin mostrarle una sola palabra –no te haré daño, permíteme presentarme- estaba asombrada y aún así me acerqué un poco más y esperé a que dijera quién era, pues de pronto me sentí soñar –soy Luqui, vengo de Infinimita, pero en términos más comunes un extraterrestre (aunque no soy un extraterrestre en sí, al menos no para mí) digo, el extraterrestre para mí eres tú, bueno así se nos conoce a los seres que venimos desde el espacio exterior de nuestra tierra, así que por lo tanto vienes siendo un extraterrestre para mí- dijo entre sonriendo y apenado, entonces empezó a caerme bien, pues parecía simpático y además sentía un gran interés por su presencia –mucho gusto ¿quinito verdad? Realmente me sorprende tu presencia, y como comprenderás no estoy segura de si seas real, pero debo confesar que me pareces interesante, y sin dejar pasar que eres muy amable al presentarte- dije sin pensarlo y muy atenta a su apariencia, ya que era curiosa la manera en que vestía, a pesar de su pegajoso ser, la túnica blanca lo hacía más tierno y sincero, creí sentir la comodidad en la que pudiera estar – y bien, sé tu nombre, hermoso como la dueña- reí un poco y le agradecí.

¿Y cómo es todo por Infinimita, Luqui? –Sinceramente un poco cansado, aunque lo cansado nos hace más fuertes, pues trabajamos lo mejor posible y lo hacemos con delicadeza, pues se trata de un trabajo sensible y en los últimos días se ha puesto difícil de cuidar pues no cesan los problemas, es por ello que me encuentro aquí, por ti- se notaba efectivamente preocupado - ¿Por mí? A qué te refieres, como es que tu trabajo este tan agotador por mi culpa, es decir, no he hecho nada malo ¿O sí? Acaso influye mi presencia en Infinimita? ¿Cómo puede ser?- inexplicable para mí y no me inspiraba desconfianza a pesar de que casi me estaba culpando por lo mal que le ha ido, sobretodo porque me invadió la culpa, sin saber porque seguí interesada, entonces me mostró el piso como asiento, como haciendo señal de que sería una charla extensa y había tanto que explicar.

En Infinimita, cada mita (es decir cada extraterrestre) tenemos asignado a un humano, y en el momento en que llegamos a Infinimita (porque no nacemos ahí, pero nos formamos aquí, claro que si nos formamos mal, jamás conoceremos Infinimita) en fin, esa es una larga historia que tengo prohibida contar… pero yo he venido porque soy el encargado de cuidarte a ti, debo confesar que me emocioné al saber que sería a ti de quien yo me responsabilizaría ¿sabes? Salté de gusto cuándo me lo asignaron y supe que mi deber era inmenso, condecirte que... ¿A cargo de mí? ¿Cuidarme? ¿Nos observan? ¿Ósea que ustedes fueron humanos? ¿Hay más como tú? ¿Estoy soñando? –Lo interrumpí sin dejar que acabará de describir cuánto le había gustado que su puesto haya sido yo, pero no me estaba claro, cuidarme de qué ¿De la extinción? No puedo decirte si fui o no humano, no sólo los observamos, también los cuidamos, y los protegemos de forma que se sientan acompañados, y no en soledad, no podemos prevenirlos de una explosión, o de un accidente, o de muerte… pero si de la muerte del alma, del aprecio por ustedes mismos. Nuestra meta es que logren sus metas, porque su éxito es nuestro.


Contigo eso no es problema, sabes lo que quieres y cómo lo quieres, pero en este momento estoy aquí para hacerte sentir bien, quise acompañarte porque supe que no estabas satisfecha, sentí en lo profundo que te sentías decepcionada de ti, y eso es lo peor que puedes sentir después de lo bien que has sabido valorar las enseñanzas que te brinda la vida, sabes el secreto de aprender, y lo aprendido lo aplicas, eso es lo mejor de ti… y hoy no pude estar con las manos cruzadas, porque lo que has hecho en esa prueba que el día de ayer se te presentó es lo mejor que has experimentado, no puedo decirte que fue excelente, pero lo intentaste, y sé que debes de seguir haciendo lo que hasta ahora, aprender pequeña, tú mejor que nadie sabe que de los errores se aprende, que a este mundo se viene a aprender, mírame a mí, que de ti he adquirido conocimientos, porque mita o no, extraterrestre o no, todos aprendemos… ahora solo resta esperar los resultados de tu acción, confiar en que todo ha salido bien, presentable. Pero que si aprobaste esa prueba no es lo importante ¡Tú, ante todo y todos, despertadora de pasados serás, y así entonces soluciones tendrás! Tomar y aprovechar el tiempo es vitalmente necesario, y tu indefinible impulso tendrás que contener de ahora en adelante, practicarás, para hacer mucho… en el poco tiempo que tendrás ¡harás lo suficiente, en el limitado y corto tiempo que tu sed de trascendencia te proporcionará!

Sin palabras, me quedé mirándolo, con las lágrimas en las mejillas, tranquila, segura de mí, suavemente me sentí nadar en el cálido burbujear de mi sensibilidad… afectuoso, tierno, amable animar departe suya, preste atención y me sentí volando en el espacio sideral, un extraño, raro y singular viaje de satisfacción me llenó el alma de apetito energético para actuar y vivir. Entonces se avisó un ligero ¡Boom! Y otro ¡Boom! Más fuerte y largo como despertándome del sueño, me encontré mirando el horizonte, la lluvia caía sobre mí, aún así la luz del Sol acompañaba la combinación perfecta para la mezcla de colores. Y Luqui partió a Infinimita… de esta manera, supe que Luqui no es ningún extraño, es ese ser intenso y misterios que me ha observado desde siempre, aquella presencia en todo momento junto a mí, y hasta hoy no sabía que se trataba de mi ángel guardián. Solté un vivo y veraz ¡Gracias! Que se fundió en lo inmenso de los astros.

No hay comentarios: