domingo, 23 de marzo de 2008

La Pelea

- Ponte en guardía, muchacho.

En mitad de la calle estaban los dos adversarios, uno con espada de doble filo y aspecto peligroso en mano; el otro de pie a unos metros de distancia en la posición de quien había estado caminando en una dirección hacía pocos segundos y había girado bruscamente, en su mano solo portaba una espada corta de un filo o un cuchillo algo largo, dependiendo de como se viera. El muchacho no parecía muy conforme con la intromisión de aquel hombre.

- ¿Por qué me has seguido desde la taberna? ¿Acaso te debo algo?
- Si, una revancha según recuerdo. - Contestó el hombre de la espada. - Tuviste suerte esta mañana.
- Hasta donde sé los dados son un juego de suerte, perdiste tu dinero, ya acéptalo.
- Veremos si la misma suerte te ayuda esta vez.

El hombre se lanzó contra el muchacho tan rápido que apenas logró esquivarlo dejando una rasgadura en su capa con lo que esta cayó al piso.

-Como dije: solo es suerte, muchacho.

Dispuesto a ir de nuevo contra su oponente, el hombre arremetió fuertemente con su espada directo a cortar la cabeza del muchacho de un tajo.

- ¡Anthon, para esto ahora mismo!

La espada de doble filo se detuvo a centímetros del cuello de su adversario, no porque su dueño hubiera detenido su ataque sino por el choque con la espada corta del muchacho quien la sostenía del mango y, además, la mantenía fija con su otra mano sobre la parte roma de la hoja, cabría decir que con bastante dificultad por su parte. Anthon miró de reojo al nuevo hombre, el muchacho giró su rostro reconociendo al tabernero y con un movimiento rápido logró deshacerse de la espada que Anthon se empeñaba en acercarse a su cuello desviándola sobre su cabeza aprovechando la fuerza que llevaba con lo que esta terminó del otro lado mientras él aumentaba la distancia entre ambos retrocediendo varios pasos y quedando fuera del alcance del hombre. El tabernero se mostraba bastante molesto con su conocido y, sin dirigirle una palabra, tomó al muchacho de un hombro alejándolo de la escena.

- Si, tienes mucha suerte, muchacho. - Susurró Anthon al viento mientras enfundaba su espada nuevamente.

1 comentario:

Leonoric dijo...

Cada vez mejoras más ^^
Gracias siempre por aportar, me encantan ver tus gotitas ^^