Despues de a travesar los mares, el cielo, el fuego y de ver poderosos fulgores... he vuelto, no en gloria y en majestad, sino silenciosamente como suelo hacerlo...
Por que este lobo, no quiere, no puede, no desea dejar su pequeña madriguera, ni a su propia manada que sois vosotros...
Una vez más... bievenidos a Animus... y disculpad la ausencia, ya habra tiempo de hablarlo con una buena taza de cafe y un trozo de pastel...
No hay comentarios:
Publicar un comentario