La Taberna

"... Los pasos ligeros de una persona resonaron en la ahora silenciosa taberna, ya hacía algunos minutos que el toque de queda de aquel día en especial había obligado a los dueños de la ciudad cerrar sus puertas para aquellos que no habitaran temporalmente las habitaciones de sus locales. Anthon descansaba sus pies sobre una de las mesas cómodamente esperando divisar al joven que el tabernero, Drenn, había conducido a una de las habitaciones hacía ya rato. Lo observó cuando tomó asiento en una de las mesas vacías, que a esa hora no eran pocas, mientras su viejo amigo le servía un platillo bastante decente y esperó tratando de hacerse una idea de cuanto duraría si lo convertía en su oponente. Ahora sin la capa de viaje podía notar mejor sus proporciones, en su opinión era algo bajo de estatura, aunque para él con su metro noventa cualquiera le parecería más bajo, pero parecía resistente (los viajeros normalmente lo eran), el cabello lacio y castaño oscuro le caía sobre los hombros en mechones ligeramente ondulados que trataba de alejar de su rostro sin mucho éxito. Se encontró algo desilucionado al toparse con su rostro, sus facciones eran demasiado finas lo que indicaba que tendría menos edad de lo que le había parecido en un principio, así que deshechándolo de su mente se propuso a buscar algún otro oponente.

El joven sonrió cuando la mirada del hombre se alejó de él y una sonrisa surcó su rostro. Terminados sus alimentos regresó tranquilamente a su habitación donde se despojó finalmente de su incómoda indumentaria, a pesar de ya haberse acostumbrado a ella. Antes de que la noche llegará a su media era el cuerpo de una joven mujer el que descansaba entre las sábanas de la única cama de la pequeña habitación..."