Ayer me dí cuenta que ya te he perdido, pues ahora sólo debo ser tu amiga; y tendré que vivir con el pesar que de otra serás y con otra soñaras en tus noches de luna llena, que encontraras el amor y la felicidad en otros brazos y en otros labios haz de hallar la miel que te nutra.
Pues si me destino es amarte toda la vida y tenerte siempre en mis sueños noche tras noche cuando tu estés pensando en otra doncella; pero conforme me quedo al saber que por lo menos podre ser tu amiga y no una conocida con la que estuviste una vez.
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