Y allí permanezco, en medio de la noche, con los ojos abiertos a la poca claridad que me ofrece la oscuridad, se que es más de media noche y aunque tengo sueño no puedo dormir, mi mente trabaja constantemente lanzando pensamientos que giran, se entrechocan y se reemplazan en mi cabeza.
El promedio era sumar los números de mis calificaciones y dividirlos entre su misma cantidad, 74 + 70 + 99 + 98 todo entre... ¿cuántos números eran? No lo sé... Intento sentarme, no lo soporto y me recuesto de nuevo y doy vueltas y más vueltas sobre el colchón sintiendo la suavidad del delfín que me acompaña desde hace 5 años en mi cama, recuerdo ese día, era mi cumpleaños y quien me lo dio fue el único hombre en asistir, ni pretendiente ni nada, solo un amigo. Él siempre sabía que darle a una niña, recuerdo que en segundo de primaria le regaló un osito a Cristina y ella... pero estoy divagando de nuevo, ya debo dormir, de por sí es tarde y mi madre me reprendió por seguir despierta a esa hora, pero es que yo no podía dejar de leer; si la memoria no me falla ya debo haber leído más de 20 libros en lo que va del año, casi 25 creo... "Recuerda cuerpo cuanto te amaron..." recitaba una de las protagonistas de ese libro que leí... en la secundaria, si, en tercero..."La isla de las hermanas...", "Tres estrellas...", "Llaves que liberan almas...", "El mar, la marea, el puerto, la bahía...", "Robos y magia..." y así me resigno a pasar la noche con mis pensamientos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario