"Una vez conoci a un hombre, un hombre que hoy en día es viejo, no tan viejo para dejar de ser respetable, que vivio su vida como él quizó. Le decian que era como el viento, que iba y venia a su antojo, hacia y desacia como Penélope con su bordado, hacia siempre su voluntad, sin miramiento alguno cuando era por el ben, aunque muchas benigno, eran muy contadas las de maligno, a pesar de ello siempre fue un hombre querido... Por que donde quiera que fuera trataba de hacer el bien a los demás y hacerlo lo mejor posible..."
"Es así como podría comenzar la biografía de mi viejo padre" Escribio en una esquina del cuaderno el escritor "Por lo tanto, yo sería hijo de aquel viento, aquel viento que me enseño a ser libre, que me enseño a ser tormenta y calma. Que me hizo ser como soy... Quien me dio una gran lección habla con el pobre y el rico, con el inteligente y el tonto, aprende de todos ellos algo..."
1 comentario:
No importa como llegué aquí, el hecho es que tu relato me ha gustado.
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