Los ojos hinchados delataban su estado, no era el llanto ni el extrañar a alguie... era el cansancio...
Los libros de hechizos se amontanaban en un rincon en su mente, en algún quizás los tenga que mover nuevamente, revisar apresuradamente y confiar en que su memoria no le fallaria. Pero el nerviosismo le hacia titubear...
Aunque siempre parecia seguro de si mismo al ejecutar un hechizo, la preparación para este era lo complejo, en especial cuando era una ciencia aún muy incierta, tan arcana, onirica y que en cualquier momento podría desatar hacía un trágico final. Por lo antes mencionado siempre escogía con mucho detenimiento las palabras arcanas, si era necesario usar y romper los simbolos de poder mayores para controlar el flujo desvariado sin ser abrumado por los torrentes mayores de la magia...
Aunque su maestro siempre le felicitaba por sus avances y varios de sus contertulios admiraban sus habilidades, dentro de pocas horas se iba a enfrentar a su destino... una batalla real...
No hay comentarios:
Publicar un comentario