Se abstrae su mundo, ser perdido… mira la quietud con ojos fijos y piensa…
- Asfíxiame, maldita realidad sin sentido, hazlo que tengo miedo… o
dame un disfraz de fortaleza para seguir aquí. Temor... temor que me
hace agonizar, dulce veneno que no mata, pero quita lentamente mis
rasgos de ser. Me asusta todo esto, siento temor a todas estas
ventanas sin aire y a este olor a desinfección, ¿acaso desinfectarán
también mi alma?... no sé qué hago aquí solo y sin luz ¿quiénes son todos esos
de blanco?, no son luz, son contraste de la oscuridad, como las
paredes… Quiero dormir, dormir, dormir… siento que todo pierde su
coherencia…
De pronto, un sobresalto me despierta… siento que el tiempo ha pasado
y no he hecho nada por salir de aquí… de todas formas, no sé porqué
estoy aquí, ni siquiera sé dónde estoy… Me esfuerzo por recordar,
quiero preguntar y hablo, pero estoy solo y ningún ente me responde,
grito un poco para saber si están cerca… maldita oscuridad de la bella
noche… creo que todos duermen, no deberían hacerlo… los minutos pasan,
¿es muy difícil darme una respuesta?... Grito como desesperado, la
impaciencia me consume y lloro como un niño… pierdo la noción del
tiempo y permanezco inmóvil. Y aparece una mujer vestida de nieve que
me ruega calma… le pregunto qué es todo esto y por respuesta asoma una
gran jeringa de su bolsillo. Toma mi brazo y la entierra sin piedad,
pero yo tengo rabia y forcejeo, pero yo tengo más fuerza y su jeringa
rasga lentamente mi piel…. no siento dolor, mi cuerpo es insensible…
Nieve Bélica es ahora sangre, me mira y se va… Permanezco inmóvil
hasta que sus pasos se alejan. La puerta abierta me muestra laberintos
blancos infinitos, la cierro y me acuesto en el piso. Pienso que he
perdido el contacto de mí… veo mi sangre y un extraño placer reemplaza
al dolor y viaja lentamente como escalofrío por mi espalda… Miro mis
manos, pero veo bultos… miro al techo y me esfuerzo por recordar…
¡Ella! Ella tiene la culpa, ella es la culpable de que yo esté aquí…
no sé donde estoy, ni porqué estoy aquí, pero siempre ella fue la
culpable de todo. Le doy gracias por haberme mantenido vivo, pero fue
tonta y ahora agonizo…Ella me hace sufrir, y sólo la muerte cortará el
lazo que nos une… Por su culpa sé que hice cosas que nunca debí haber
hecho… pero ¡entiéndanme! ¡fue su culpa!... no merezco estar aquí…
Grito pero esta vez nadie viene, grito hasta que el sueño me consume…
siento pasos, cierro los ojos…
- Eres un pobre ser, estás aquí destruido… mas aun así, te adoro.
Pareces un ángel durmiendo, pero te conozco y me escuchas… sólo finges
estar sumido en la muerte temporal… Sangras, como otros sangraron por
tu culpa y casi mueres, como esa vez que me hiciste matar ese
indefenso ser… ¿recuerdas? ¿recuerdas que aún así te seguí queriendo?
… sé que yo también tengo culpa pero me arrepiento, debí haberlo
impedido… pero tú eres orgulloso, no hay arrepentimiento en ti… Pero
te quiero, me has nombrado y acudo a ti… ya nadie te escucha, ya no…
pero yo estoy aquí dispuesta a ayudarte ¿cuántas veces destruiste el
poder de tu mente? ¿cuántas veces destruiste el entorno que te
acompañaba? Siempre acudías a la solución más fácil, sin saber que
llegarías a esto… siempre mentías, siempre hacías daño… Pero esta vez
debes sanar, puede que aquí no haya nadie más que yo y si en algún
momento me rendí y me alejé, hoy vuelvo para estar contigo… si tan
sólo quisieras abrir esos ojos de fuego…
- ¡Calla maldita! Calla… no vengas si vas a culparme de todo… bien
sabes que si estuviste conmigo alguna vez, te alejaste… bien sabes que
eres tan culpable como yo, de todo… bien sabes que por ti estoy donde
estoy… tu nunca dijiste lo malo que hacía, siempre estuviste ausente…
presente pero ausente, como el sereno de la tarde, humedece pero no
moja… Si esta vez vienes a ayudarme, sácame de aquí…
- Ángel de mi confusión, bien sabes que te quiero mucho mas no puedo
sacarte de aquí… debes superarlo todo, debes cambiar… debes mejorarte,
debes ser capaz de respetar… Lo sabes, siempre estaré contigo… Volveré
y cuando puedas demostrarme que mejoras, te llevaré por senderos
infinitos de nubes púrpuras y haré onírica, la realidad. Te adoro,
nunca lo olvides…
- ¡Vete!, no te despidas… ¡¡¡¡Vete!!!! si he de quedarme aquí no te
necesito, no necesito ni de ti, ni de nadie… abandóname que no me
importa… arrójame a los caminos difusos de la muerte y déjame solo…
vete…
Grité hasta quedar sin voz… la eché… le grité y si no hubiese estado
aquí tirado la hubiera golpeado… Se ha ido, y yo permanezco aquí
inmóvil como siempre… no quiso salvarme… ella no me entiende… su
conciencia la ha traído hasta acá, pero no hizo por mí… ella es como
un ave fría que sólo va donde le conviene… Vislumbro algo que brilla
cerca de la puerta, es ella otra vez… quería desatar las amarras que
me atan a esta cama, pero yo la he echado y la navaja cayó, por
casualidad, de su bolsillo. Me arrastro para recogerla y esta vez
tengo un dulce tesoro entre mis manos… la observo, la acaricio… por
fin vuelvo a tener la autoridad sobre qué hacer conmigo mismo… Pienso,
vivir o morir… y dormito acariciándola… miro su filo y mi mente se
llena de imágenes vagas… llantos… sangre… gemidos… un joven que mata…
una pareja que desprecia el amor… veo pequeños seres asesinados… veo
un joven que destroza su vida… Y si es todo el mundo así… no quiero
estar ahí… no quiero volver… Ni ella estará, nos hemos despreciado y
me abandona lentamente… pero yo no la dejaré, no le daré el placer de
ver como me abandona… me abandonaré yo primero…
No me sirve de nada seguir aquí, esto es peor que nada… ni menos
salir, para verla y que no esté en mí… para verla presente en todos,
menos en mí… Miro la navaja y la deslizo suavemente por mi muñeca… veo
como una tenue gota de sangre cae, observo mi piel manchada… Miro mis
manos y ya no veo bultos, me distingo… veo mi reflejo en la ventana y
vislumbro a un joven que me es familiar, vuelvo a observar la navaja
y por fin comprendo todo… Yo soy aquel joven, yo soy todo lo malo…
ella tenía razón y ahora sé porqué estoy aquí. No merezco mejorarme
soy cruel, no merezco su compañía, sólo la muerte total hasta que el
infinito despiadado del infierno se apodere de mi alma… por fin abro
mis ojos y comprendo parte de mi situación, ahora entiendo porqué
nadie me dejaba salir… no lo merezco. Ella… ella tenía razón, pero
¿quién es ella? Mi mente turbada no supo asociar sus palabras con su
identidad… mi mente hizo que dijera cosas sin pensar… no sé quién era…
solo sé que esta vez la navaja pasó muy fuerte y mis suspiros se
apagan lentamente…
Ya no hay tiempo de pensar… ella, su pareja, su vida, ambas… o
talvez nadie... solo su mente enferma que le dio la mas peculiar de
las despedidas…
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Vamos EQUIPO NEGRO
1 comentario:
Vaya, vaya me has sorprendido con esta nueva creacion Sofy ^^
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