Tendido me encontraba para el mundo, olvidando en el charco de mis propios pensamientos todo lo que había vivido...
Escuchando los pasos del silencio...
Saboreando el paso del tiempo...
Viendo las sonrisas de los haces de luz que se colaban por la ventana...
Sintiendo la fría mano del aire en mi piel...
Oliendo el dulce perfume del tedio...
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