Una mancha roja me detuvo en la calle... apestaba a frio, a ciudad, a suciedad... tanto así que dañaba el olfato. En un punto muy extraño de esa mancha yacía una figura de algo... cubierto por un manto rojo fuerte...
Esa como muchas noches, mi cena fue la misma... un muerto por algún maniatico en la ciudad y mi viejo auto del 98 corriendo como un relampago blanco a través de la calles.
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