lunes, 14 de septiembre de 2009

Recuerdos del primer amor.

Todo ocurrió una cálida noche de Abril, yo estaba muy alegre por todo lo que me había pasado ese fin de semana. Esa noche debíamos partir a nuestros hogares, pero de una forma muy divertida; pues nos íbamos a ir en camión.
Al subir me instalé al final de este para sentir todo el viento en mi rostro y así tener la sensación de ser libre, estaba soñando con esta sensación cuando sentí una voz, una voz que me era grata y cálida. Era ese joven que no podía arrancar de mis pensamientos y sólo lo había conocido hacía unos días atrás. Él se quería sentar a mi lado y yo lo dejé; al ponerse en marcha nuestro carruaje, pues eso me parecía al lado de él, me dirigió unas palabras – “Está muy helada la noche, debería abrigarse más” – yo solicité un chal para él, porque la verdad es que no sentía nada de frío; como iba a tener frío si estaba muy abrigada (a parte de que no sabía que me pasaba al tenerlo tan cerca). A pesar de todo él insistió en que yo me abrigara con el chal; pero no le bastó pues se sacó su chaqueta para ponerla en mis hombros porque creía que yo temblaba de frío cuando sólo lo hacía por estar a su lado; pero más que eso, sólo fue una escusa para abrazarme.
En ese momento sentí que entraba en un mundo de fantasías, donde yo era una princesa y el mi príncipe azul, esa noche entre en un ensueño del que no quise despertar nunca más y construí un mundo donde sólo existíamos los dos, sólo éramos él y yo.

1 comentario:

Séfora Ster dijo...

Pues dicen que para poder seguir con nuestra vida hay que sacar lo que tenemos de nuestro pasado, analizarlo y luego dar el siguiente paso.
Es esto lo que hoy quise hacer, sacar mi pasado para poder construir mi futuro.