miércoles, 2 de septiembre de 2009

Cronicas de un vagabundo












...y la brisa fue como un bálsamo para su alma
poco a poco sus heridas sanaban con el tiempo
el sol se había convertido en su único guía y mentor
poco a poco su fuerza y determinación se exaltaban dentro de si
ya no había huella de vacilación ni odio alguno
a simple vista inspiraba respeto y confianza
sus ojos desafiantes podían hechizar como enfurecer a cualquiera
sin duda alguna habían recuperado su brillo innato
hasta que súbitamente se levanto,
miro hacia el horizonte con una férrea mirada

susurrando al viento "hoy el mundo me pertenece"...
By Alberik

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