Un beso te aguarda, escondido, agazapado, entre sombras detrás de cada esquina

jueves, 25 de diciembre de 2008

UN LUNES POR LA MAÑANA

Esta mañana se había quedado dormida, pues no deseaba despertar del hermoso sueño que tenía; donde ella y su amado bailaban bajo la lluvia y frente al mar, luego se despejó y apareció en medio de las negras nubes la luna llena grande y hermosa; pero de repente, mientras apoyaba su cabeza en el fuerte hombro de él, pensó que más hermoso sería bailar con su ángel en la realidad; como esa vez que llovía suavemente en su ciudad y frente a su hogar bailaron un vals.

Allí fue cuando ella despertó, miró su celular y vio que ya era tarde. Se levantó rápidamente, se lavó y arregló todo; luego salió con sus padres camino a tomar su bus. Durante el trayecto iba pensando en ese hombre que le robaba el sueño y no prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor.

En el bus comenzó a leer ese fantástico libro que él le había pasado, “El lobo estepario”, y se sumergió en otro mundo desconocido.

Al llegar a su destino encaminó sus pasos a donde debía ir; pero al llegar no estuvo más que cinco minutos y tuvo que marchar. En el sendero recordó todas las veces que caminó a su lado por ese lugar y decidió hacer algo que no le gustaba, se fue a comprar un café muy cargado pero suavizado con algo de leche. Se lo fue tomando por el camino a su trabajo y el café la fue atrayendo y en él encontró todo el sabor de los labios de su amado y así como lo sentía con él, también sentía que quería más y más de ese café.

Ahora se encontraba en las escaleras que dan a la tienda donde trabaja y, sentada en los escalones, no hace otra cosa más que pensar y soñar con su ángel. Porque lo único que desea es que llegue la hora de colación para verlo y besarlo y embriagarse, no con café; sino con el sabor de sus labios.

1 comentario:

Leonoric dijo...

plas! plas!
Con las orejas mi cosita hermosa
Cada dia eres más genial para escribir