miércoles, 29 de abril de 2009

Que triste es ver como a veces tendemos a juzgar a los que amamos y creemos que ya no son los mismos que conocimos; pero alguna vez se han puesto a pensar que la persona no es que haya cambiado sino que algo en su vida, en su camino cambió. Tal vez esa persona está llevando una cruz muy pesada y a nadie le ha querido comentar por ende todo se hace más difícil y parece que ya no quiere seguir ni conseguir sus metas; pero no es eso lo que sucede con ella,sino que sólo tiene que cubrir el daño que la cruz que lleva en secreto le está haciendo.
¿Se han puesto a pensar que fácil es dejar ir a esa persona que nos hace sentirnos como ángeles para poder sentirnos como simples mortales?
Es porque nunca se nos pasa por la mente que tal vez con mucha suerte podamos encontrar otra mejor que aquella personita o incluso igual; no meditamos que oportunidades en la vida sólo tenemos una y si la desperdiciamos será casi imposible volverla a encontrar.
Así somos nosotros, simples mortales que no meditamos que a veces es bueno hacer un poco de mal para a la larga hacer un grandioso bien.En fin así somos, siempre pensado linealmente sin darnos cuenta que podríamos hacerlo en círculos. Y así es como dejamos ir a ese alguien especial sin tener en cuenta que tal vez, quien sabe lo lleguemos a necesitar más que nunca y cuando vayamos a sus brazos para volver a sentirnos como ángeles ya sea demasiado tarde porque ese alguien ahora ya no piensa que somos ángeles porque aprendió a vernos como simples mortales y esa puerta que siempre creísteis abierta se ha cerrado para tí.
Ahora yo te pregunto ¿ Deseas ser un simple humano o prefieres seguir siendo el ángel?

domingo, 26 de abril de 2009

Olvido

Me indusco a mí misma al olvido...
-
Dejo a mi mente difuminar tu rostro,
tus facciones pierden nitidez,
tu voz se confunde con la de tantas otras,
pero tu sonrisa continúa a pesar de que todo lo demás aparesca borroso.
-
Me alejó de aquí,
mi mente vaga lejos,
mi imaginación se va
a donde la tuya no puede llegar.
-
Y allí, en el reino de las palabras,
encuentro consuelo,
encuentro solaz,
y me indusco al olvido...
-
Porque al fin he comprendido
que nuestro sentir es diferente,
que un acto de afecto
tiene otro signicado para los dos.
-
Y aquí, en mi reino de palabras,
encuentro consuelo,
encuentro solaz,
y me indusco al olvido...

sábado, 25 de abril de 2009

UN SIMPLE BESO ME CONFORTA

Él la tomó entre sus brazos y sus rostros quedaron a cms uno del otro. Ella corrió su cara y se apoyó en su hombro y luego depositó un beso en su mejilla.
Haz lo que quieres hacer – Él le dijo al oído, y ella mirándolo fijamente cerró sus ojos y junto sus labios a los de él.
Sólo ese corto momento, Sólo esos pocos segundos sirvieron para confortarla y a la vez darle esperanza. Él todavía la amaba.
Quien lo pensaría, sí, quien lo pensaría
Que al terminar contigo no encontraría alegría.
Sí, alegría yo esperaba y un bien para los dos;
Pero en vez de eso sólo encuentro tristeza y dolor.
Creía que mis problemas llegarían hasta ahí,
Pero ahora surge uno más grande que es arrancarte de mí;
Porque ahora sólo soy tu amiga y todo comienza a empezar.

En mis sueños estás y de ti no me quiero alejar
Porque sólo en tus brazos encuentro tranquilidad.
En mi subconsciente te llamo a gritos
Y sólo pido que vuelvas conmigo.
Sí, que vuelvas conmigo
Para que en tu pecho pueda descansar.

Porque si tuviera que elegir entre tú y mi vida
Por supuesto que mi vida elegiría…
Pero antes de que pienses algo,
Medita quien es mi vida.
Porque si no lo sabes o no lo quieres reconocer
Yo te responderé: “Tú eres mi vida”.

domingo, 19 de abril de 2009

Palabras de un demonio

"Si formamos parte de la creación de Dios, entonces él no es pura bondad, y si no somos responsabilidad suya, entonces no es omnipotente."
-
(Laura Gallego, Dos Velas para el Diablo)

viernes, 17 de abril de 2009

Ella le miró directamente a los ojos y le dijo:
- Sí, aquí estoy. Es verdad que mi corazón lo único que deseaba era venir hasta acá; pero yo no quería.
- ¿Y por qué haz venido entonces? – preguntó él con una cara que mostraba un fuerte dolor.
- Tú sabes como es papá, no hubo ninguna razón lo suficientemente factible para él. No le importó nada de lo que le dijimos con mamá, y así sin más me envió hasta aquí.
- Eso no te hace bien.
- Sí, lo se. No me hace bien ni física ni psicológicamente.
- ¿Por qué psicológicamente? – él pregunto sin entender.
- Eso ya no importa – dijo ella con tono de angustia – no le des más vuelta al asunto.
- Pero yo quiero saber, necesito saberlo – le respondió él deteniéndose en la acera.
- Bueno, te lo diré, pero caminemos. Yo creo que ya es suficiente con esto de estar enferma, de poderme sostener apenas, sentir como mi cuerpo cambia de temperatura constantemente produciendo un gran malestar; para más encima tener que venir aquí y encontrarme con tu rostro lleno de angustia por no poderme dar ese tiempo junto a ti que tú sabes que deseo, para eso mejor prefiero estar en mi casa sufriendo yo solita el sabor amargo de la soledad y el hecho que no estas ahí, porque por lo menos así tú estarías acá sin darte cuenta de lo que estoy padeciendo y nos estaríamos ahorrando esta conversación.

Él la miró tristemente sin comprender, ella sabia que él haría cualquier cosa por estar con ella; pero el punto es que él debe cumplir con sus otras prioridades, por lo tanto, nunca hará nada.
Sus ojos comenzaron a arderle, así que prefirió besarlo y decirle un “Hasta luego, Te amo mucho” y dio la media vuelta para marchar y así poder ocultar las repetidas gotas de agua salada que sus ojos iban derramando. Mientras en su mente no paraba de decir “Y ahora amor ¿Qué piensas hacer? ¿Prefieres quedarte ahí viendo como yo me voy para luego seguir tu camino? ¿O vas a seguirme para decirme que quieres estar conmigo”

UNA TRISTE MAÑANA

La mañana pasaba triste y soñolienta, era como si nada quisiera interrumpir el gran silencio que existía en ese momento. Ella se instaló en un rincón y mientras observaba tranquilamente el verde pasto comenzó a recordar la escena de la noche anterior.
Al llegar a su casa esa noche sus padres muy enojados la reprendieron por la hora de su llegada; los escuchó dando de vez en cuando una explicación, pues no deseaba discutir con nadie porque había comenzado a sentir los malestares que la estaban torturando hace ya dos meses.
Cuando todo quedó en silencio se propuso ir a acostarse, pues deseaba mucho ir a descansar; pero ellos al ver que algo no andaba bien en ella pensaron que había tomado algo de licor o una especie de droga. No pudiendo resistirlo más soltó el llanto y sólo dijo – no entienden que vengo cansada, he estado estudiando mucho esta semana y no he dormido lo suficiente, por lo cual deseo descansar y recuperar fuerzas, sólo les pido eso – Ellos la dejaron.
Al llegar a su cama se sintió fatal, todo le daba vuelta y no sentía fuerzas cuando de repente no se acordó de nada más. Cuando ya había pasado un tiempo miró el reloj lentamente, eran las tres de la mañana y parece que nadie se había dado cuenta de su inconciencia y desmayo en todo ese rato. Pensó en ir a decirle a sus padres; pero luego reflexionó y decidió guardárselo todo, no deseaba preocupar a nadie.
Ahora ya se encontraba mejor, pero aún un poco débil; pero ya pasaría, lo único que importaba ahora es concentrarse en sus estudios y hacer que nadie se de cuenta de sus malestares, porque si alguien tiene que soportar esto es ella y nadie más.

lunes, 13 de abril de 2009

Deje cerrada aquella puerta que insiste por momentos en volver a abrirse, cuando sopla el viento fuerte, cuando nadie lo espera...

Deje recuerdos enterrados que aquel perro vuelve a desenterrar

Prometi no volver átras, pero giro en circulos por el camino